sábado, 29 de septiembre de 2012

El llanto del otoño



Tantas veces eh querido matarte,
darte la muerte del olvido
despojándote de todo nombre.
Escribir de una sola vez
todos los versos que deba escribirte,
dejarte dormida en el papel
para que ya no me sigas,
y me dejes morir este silencio en paz.

Como se arranca una flor
arrancarte de mis noches
de mi días,
de todo mi universo.

Pero vos no sos una flor,
sos todas las flores
porque sos la primavera,

Y llegas a mí sin que te llame,
 sin que te necesite te estableces a mi costado,
 Y por mas que desee destrucción
en tu mirada todo se renueva
en luz, calor, color.

Y no te advierto,
porque venís con el silencio,
a habitar en las cosas simples
que se llenan de magia en tu frescura.
Y cuando quiero desecharte ya no puedo
porque estas enredada a mis venas.

Y aunque habitamos el mismo mundo,
no sabés de mí

Pero yo se de vos
porque soy tu ausencia.
Gris por tu falta de luz,
frío por tu falta de calor.
Y No te das cuenta de mi muerte
por que sos la vida…
Por tu sola existencia nada muere,
todo duerme para despertar en tu risa.

Yo en cambio
soy el otoño,
en mì envejece el tiempo,
Y los sueños asì como nacen marchitan.

Y te busco incansable
Para llenarme de tu luz,
para cerrar al fin la herida del tiempo,
la vida que desangro.
Para fundirte a mi pulso tratando de salvar toda distancia.

… pero ya no esta estas,
no te encuentro,
y son mis lagrimas tan frìas que al caer sobre la tierra
quemo sin querer el fruto de tu entrega…

Todo es soledad
para mi mirada llena de silencio.

Mas se que vendrás otra vez a mì.
a posarte sobre el crepúsculo de cada silencio
para que inconscientemente ...
 vuelva a dedicarte cada verso.

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